La Ciudad

- ¡Cierra el pico! Que va a ser para peor... - le tironeé del brazo.

- ¡Contesta, gilipo****! ¿o ahora te has cagado? ¡menudo niño de mami! -
Me di vuelta y comencé a caminar.

Caminé pegada a el, sin soltarle el brazo.
- Mira si tenía un arma y te apuntaba, menuda suerte eh... - miré para atrás devuelta y el tipo seguía ahi ¬.

- ¿Te crees que me da miedo un arma? ¡ja!

- Pues a mi si me da miedo, y mas con el pie este que no puedo ni caminar... - estaba re paranoica.

- No te va a hacer nada, como mucho te secuestra y te.. - seguí caminandoo sin darleimportancia

- Vale ya, ni lo digas... - ya estábamos por llegar a nuestra calle. - A ti no te da miedo porque eres hombre, además...

- Los hombres también sentimos miedo de vez en cuando.

- ¿Cómo cuando? Tu nunca sientes miedo...

- Si que lo siento.

- Pues, ¿cuándo? ¿En qué situaciones o momentos?

- Situaciones en los que me veo en riesgo de perder a alguien, algo que quiero. O momentos que simplemente me dan miedo, no es nada del otro mundo.

- ¿Y es que tu quieres a alguien? - me reí. - Vamos, es broma.

- De a ratos, si.

Llegamos a nuestra cuadra. Y agradecía por ello, mi pie no daba mas.
- No quiero separarme de ti, tengo miedo. - miré devuelta hacia atrás y el tipo seguía siguiéndonos. - Alex por el amor de Dios, haz algo, este tipo no deja de seguirnos. - me trababa mientras hablaba, tenía mucho miedo.

- ¿Qué quieres? ¿que vaya y lo golpeE? no creo que se meta a tu casa, Jane,

- Y quien sabe lo que podría hacer - me temblaban las piernas.

- Seguro es un vecino de por aquí o algo así.

- Lo que sea, esta noche no voy a poder dormir... - le miré. - ¿Puedo quedarme contigo? Por favoooor

- Si eso es lo que quiereeeeeeeeees..

- ¡Claro que quiero! Necesito alguien que me proteja...

- Bueno, ok, ok, ok, me quedo contigo.

- Genial. - sonreí. Caminamos hasta su casa y nos metimos. Teníamos mucho sueño, así que nos metimos en la cama y dormimos juntos, por mi miedo claro. No quería despegarme de el ni un solo momento.

Al otro día me desperté, me senté en la cama y miré a Jane.
- Buenos días

- Hola.
Me estiré en la cama y me quedé boca abajo, durmiendo un poco.