La Ciudad

- Tu roncas, yo grito, así de fácil, quiero estar en paz y tus horribles ronquidos de morsa peluda no me dejan.. -

[Camila, BASTA, me voy a terminar meando xD]

- La única diferencia, mi fiel orangután subdesarrollado, que yo no lo hago apropósito ¡y tú si! - le grité sin sacarme las manos de los oídos.

[Mira quien habla, MI FIEL ORANGUTÁN SUBDESARROLLADO? JAJAJAJAJJA]

- Bueno entonces DEJA DE RONCAR Y DÉJAME EN PAZ - le dije con rabia - ¡Espero estés feliz! arruinaste todo el dia que tenía planeado, idiota -

[Estoy tentaaaaaaaada xD]

- ¡Disculpame por no ser perfecta! Supongo que vas a tener que buscarte otra persona, que se asimile a tu perfección, niño bonito.

- No te pido que seas perfecta, te pido que intentes NO MATARME - le miré mal.

[Te vas a destrozar la vejiga si seguís asi (?)]

- No lo he hecho con esas intenciones. - le dije sin levantar la cara del suelo. - Y lo sabes.

- Lo se, pero luego vienes y me dices de todo como si fuera mi culpa - suspiré.

- No, solo trataba de ayudarte, pero está bien. Supongo que no necesitas de mi para nada, no sé si porqué me has traído aquí.

- Te traje aquí para darte una sorpresa, pensé que iba a gustarte.

- Y me gustó, hasta cierta parte. - suspiré.

- Dímelo a mi..

Solté una risita. Bueno, sí, la peor parte la había tenido el.
- Pues no sé, vamos de mal en peor.

Me pasé una mano por el rostro y suspiré.
- Creo que será mejor olvidar todo esto que pasó, y.. , ¿seguir?

- No puedo olvidar esto, Alex, por mas que quiera, no lo voy a lograr. Y no creo que tu te lo olvides tan fácilmente... - me puse boca arriba.

- Es una forma decir, es obvio que ninguno de los dos nos vamos a olvidar..

- Lo sé, pero me refiero... - me quedé pensando. - Tal vez no estemos hechos para estar juntos.

- Pues si, puede que tengas razón. - me levanté y me sacudí el pantalón.
- Creo que, será mejor que nos vayamos, poca cosa más vamos a hacer aquí, te llevo a tu casa.. y eso. - fui a recoger la canasta con la comida.

- Me parece bien. - me levanté también y fui detrás de él, con un paso lento, pero me puse a su altura. - Alex...

- ¿Qué? - levanté la mirada y la observé mientras guardaba las cosas.

Miré el suelo, no podía ni mirarle.
- Te amo. - ni yo podía creerme lo que estaba diciendo, pero era la pura y cruda verdad.

Me levanté y me quedé mirándola, no sabía que decir.
- Yo.. yo, también... - me acerqué a ella y la besé sin decir nada más.

Me sorprendí de que me besara, pensé que iba a insultarme o algo así, sería lo mas normal después de todo lo que le hice, decirle te amo no era muy racional.
- Deberíamos empezar todo otra vez, me refiero, a nuestra relación. Claro, si te parece. - suspiré.

- ¡Eso es lo que he dicho desde hoy! - me reí negando con la cabeza. - Creo que será genial hacer eso.

- Pues... si. - le sonreí y le abracé. - Genial.

Me quedé mirandola. - ¿Y ahora? ¿nos vamos, nos quedamos..? -